τὸ νικᾶν αὐτὸν αὑτὸν πασῶν νικῶν πρώτη τε καὶ ἀρίστη
"La victoria de uno sobre sí mismo es la primera y la mejor de todas las victorias" Platón

miércoles, 17 de septiembre de 2008

martes, 9 de septiembre de 2008

XIX Transcantábrica (crónica y fotos)

Tras un potente madrugón, por fin llegué a Villablino, allí ya estaba la gente haciendo cola para recoger el dorsal y dejar las maletas. Hacía bastante frío que juntado con los nervios iniciales, producía un ligero tembleque. Enseguida empecé a ver caras conocidas de la edición pasada, gente de Portugal, Madrid, Valladolid, Burgos, Liébana, Vigo.... y hasta de Las Palmas.
En la salida me encontre con Buján, un compañero de trabajo, que estaba con la gente del club de Colloto y como este año el "equipo B" me dejó solo y el resto de los de Lin de Cubel estaban en las fiestas de Pravia organizando "ese pedazo de descenso" con el que alucinó toda la Villa, me junté a ellos para dar un poco la lengua.
Lo de dar la lengua duró poco, unos 5 Km., porque lo que nos tenían preparado estos Asturcones era duro de c... Rampísima en Orallo y todo para arriba hasta el primer avituallamiento en Majada Vieja (Km. 14) a partir de aquí, se acabo la pista y hasta el Collado de las tres lagunas (Km. 18 y 1864 m. de altitud) tocó empujar la bici. Un corto y bonito descenso técnico en el que había que tener cuidado no dejar las vielas contra las piedras hasta el Chanón y otra vez a empujar. Desde aquí todo para abajo hasta el Km. 35, decir para abajo es poco, las primeras zonas de descenso tenían un desnivel que yo nunca había bajado y que si fuese solo, bajaría caminando. Pero ya se sabe lo que pasa en estas marchas... así que, el pecho puesto en el sillín el culo rozando la rueda trasera y para abajo. 15 Km. de descenso duro, en el que me golpee una costilla con el sillín sin llegar a caer y en el que al final los antebrazos y manos no respondian; sin contar lo de pies y piernas que tras el temple de la subida tuvieron que aguantar la tensión de la bajada. Avituallamiento en la Parada la Vieja, cuando yo llegaba los de Colloto se marchaban, asi que estuve hablando un poco con Victor el de Boroñes. Un poco de aceite a la cadena y después de un tramín de bajada, 10 Km. de durísima ascensión, ¿os acordáis de la última rampa de la VCG? pues así los 10 Km. Como no podía ser de otra forma, en la bajada olvídate de descansar, piedras que saltan y un diente del plato roto y otro doblado (el martes al dentista). Para llegar al santuario del Acebo un tramo de carretera que se agradece y la primera pendiente, otra de esas que cuando la acabas no te crees que la bajaste. El resto de bajada hasta Cangas preciosa, con curvas peraltadas y menos pendiente. A las 16:00 h. estaba lavando las bicis con la gente de Colloto y haciendo las últimas fotos de rigor del día. Lo peor es que tuve que esperar allí hasta las 18:00h. a que me llevasen para el hotel porque no se llenaba el autobús. Ducha, descanso y cerveza hasta las 22:00h. que nos juntamos para la cena.

El segundo día nos recogió el autobús en el hotel para llevarnos al Puerto de Leitariegos, increíblemente el cuerpo no se resiente de la paliza del día anterior. Se descargaron las bicis de los camiones y el sol luce pero aún no calienta mucho. Últimos ajustes a las máquinas y apuramos el avituallamiento que nos dan a la salida. La primera ascensión hasta la Collada Chano ya nos saca el frío del cuerpo en sus rampas iniciales y en las finales toca empujar de nuevo. El descenso es el más peligroso y técnico de la ruta, hago el primer tramo y tras varios apurones recapacito... ¡que soy mayor y padre de familia!. La gente se empeñaba en bajar y se vieron muchos vuelos sin motor... ¡Increíble lo que arriesga la peña!
El tramo de llano hasta el inicio del alto de los Corripios lo pasamos vadeando el nacimiento de un río, un súbete y bájate de la bici continuo. La subida a los Corripios, como no podía ser de otra manera, para romper. Comí algo en el avituallamiento y no veía aparecer a los de Colloto, así que me tiré para abajo, me esperaban 15 Km. de hermoso descenso técnico, intercalando algunas zonas rápidas. Estaba un poco cansado y saqué menos fotos...
Disfruté un montón y al día siguiente, potentes agujetas (ya no me acordaba como eran).
Esperando la "XX edición" con impaciencia. Mis felicitaciones a la organización que como siempre no nos defrauda.
Saludos a la xente de Colloto, con los que compartí ruta y mesa.

XIX Travesía de la Cordillera Cantábrica